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Las proyecciones de crecimiento para América Latina y el Caribe (ALC) han sido revisados a la baja, se espera que la actividad económica alcance 1,2 por ciento en 2018 y 2,2 por ciento en 2019. Sin embargo, el crecimiento económico se ha tornado más desigual. La recuperación se ha desacelerado en algunas de las economías más grandes de la región (Brasil y México), llegando incluso a detenerse en el caso de Argentina. De manera similar, Centroamérica se ha visto afectada negativamente por el aumento en los precios del petróleo y el aumento de la incertidumbre política. En cuanto a Venezuela, se espera que la crisis económica y humanitaria continúe golpeando a este país. Por otro lado, una mejora en los términos de intercambio, así como en la confianza de los consumidores y las empresas, ha afectado positivamente las perspectivas de crecimiento para los países Andinos y el Caribe. Los riesgos a la baja para las perspectivas económicas en ALC han aumentado. Algunos de estos riesgos son: el debilitamiento de las monedas en algunas de las principales economías de la región, aunado a niveles elevados de deuda, así como una reducción de las entradas de capital.
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