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A lo largo del último año se ha hecho evidente que los precios del Bitcoin y de otros activos digitales son enormemente sensibles a los anuncios de regulación y a las noticias sobre políticas gubernamentales diseñadas para controlar la minería y obligar a los activos digitales a encajar en los marcos financieros establecidos. Los autores creen que la evaluación del impacto potencial futuro de la regulación implica el seguimiento de la narrativa en torno a las normas internacionales y la regulación local.
La Cumbre del G7 de 2021 es coherente en los temas de las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) y las monedas estables (stablecoins) al copiar en gran medida el texto de la última Cumbre del G7 (octubre de 2020). Mientras que la Reserva de EE. UU. y el Banco de Inglaterra siguen publicando documentos de debate sobre las CBDC; el Banco de Francia y el Banco Nacional de Suiza están avanzando con experimentos de CBDC al por mayor en euro/franco. Así mismo Europa está evaluando actualmente los comentarios recibidos sobre su propuesta de mercado de criptoactivos. No obstante, EE. UU. y el Reino Unido aún no proponen ofrecer una regulación diseñada para los activos digitales. Las reflexiones sobre la interacción entre la regulación y la volatilidad del bitcoin ponen de manifiesto que, irónicamente, la incertidumbre regulatoria es una causa importante de la volatilidad. (Texto en inglés)
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